El huracán Beryl tocó tierra la mañana del viernes como categoría 2 en la escala Saffir-Simpson, ingresando por el municipio de Tulum, Quintana Roo, a las 5:05 hora del centro de México. Aunque causó interrupciones en el servicio eléctrico, derribando árboles y postes a su paso, las autoridades mexicanas reportaron que no hubo víctimas en la región.
Restablecimiento del servicio eléctrico:
Laura Velázquez, coordinadora de Protección Civil de México, informó que 203 mil usuarios experimentaron cortes en el servicio eléctrico, pero que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ya había restablecido la energía para 185 mil de ellos. Se espera que el servicio esté completamente operativo para el domingo.
No se registraron daños en viviendas ni en las principales carreteras federales en los estados afectados. Los aeropuertos de Cancún, Chetumal y Tulum tampoco sufrieron daños estructurales tras el paso de Beryl.
Retorno a la normalidad y despliegue de recursos:
Más de dos mil personas que se refugiaron en 58 albergues temporales comenzaron a regresar a sus hogares, marcando un retorno gradual a la normalidad. Un contingente de 26 mil 412 elementos de diversas dependencias y cuatro mil 700 vehículos, así como aeronaves y embarcaciones, fueron desplegados para atender emergencias en Quintana Roo.
Comité Nacional de Emergencia:
El Comité Nacional de Emergencia, establecido para coordinar la respuesta al huracán Beryl, concluiría sus operaciones la tarde del viernes. Este comité coordinó esfuerzos entre los tres niveles de gobierno y la participación activa de la población.
Trayectoria de la tormenta tropical:
Según los pronósticos, Beryl continuaría su trayectoria hacia el Golfo de México, ubicándose como tormenta tropical frente a las costas de Campeche y Yucatán durante la noche del viernes. Este fenómeno meteorológico, que alcanzó la categoría 5 en su máxima intensidad, ha generado preocupación por su formación tan temprana en la temporada de huracanes del Atlántico, según alertó la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Fuentes: La Jornada, Por Esto y N+