Primero hagamos un poco de historia. La electricidad en México nació en manos privadas, en 1933 solo el 50% de la población tenía electricidad, los apagones eran frecuentes, las tarifas altas y los usuarios no tenían posibilidad de medir su consumo. Entonces el Presidente Lázaro Cárdenas creó la Comisión Federal de Electricidad en 1938, que junto con Luz y Fuerza del Centro garantizaron el suministro eléctrico en todo el país.
En el año 2009, Felipe Calderón emitió un decreto para desaparecer a Luz y Fuerza del Centro que generaba energía para la Ciudad de México, Puebla, Hidalgo y el Estado de México. Con ello transfirió la generación de energía a una sola empresa: la Comisión Federal de Electricidad argumentando que esta era una “empresa de clase mundial”. Con ello también se disparó la intervención del sector privado en la producción de energía eléctrica.
En el año 2013 Enrique Peña Nieto impulsó una Reforma Energética que abrió el mercado eléctrico a particulares y legalizó su privatización. Sí, esa reforma que estuvo rodeada de moches, sobornos, acuerdos en lo oscurito entre los tres niveles de gobierno por miembros de todos los partidos. Bueno, no todos, el Movimiento de Regeneración Nacional (hoy partido morena) y su líder Andrés Manuel López Obrador realizaron acciones pacíficas y constitucionales para impedir la entrega de la energía a manos privadas. Y el resto ya lo conocemos: se pusieron de acuerdo los señores del poder y entregaron al Capital la energía de México, y durante años se han dedicado a desprestigiar y saquear a la Comisión para así justificar dos cosas:
Primero que hay que privatizar porque los mexicanos no sabemos administrar los bienes del Estado, somos ladrones, corruptos e ineficientes. Sí, los señores que han manejado este país fueron todo eso, pero hoy tenemos que generar mejores prácticas de administración pública y parar la corrupción, lo que es el objetivo central del Presidente López Obrador.
Segundo, pararon la inversión en las empresas del Estado y las saquearon dejándolas en serio déficit para así decir que es un mal negocio, “hay que privatizar, no tenemos dinero para levantar la Comisión”. Claro, no había dinero con los niveles de corrupción de los gobiernos neoliberales.
Uno de los argumentos que se manejan es que la CFE es un monopolio. Esto lo hemos escuchado incluso de diputados y senadores de oposición. Ellos, que son los que crean las leyes y suponen conocer la Constitución, pasan por alto informar que el Artículo 28 dice textualmente: “No constituirán monopolios las funciones que el Estado ejerza de manera exclusiva en las siguientes áreas estratégicas: la planeación y el control del sistema eléctrico nacional, así como el servicio público de transmisión y distribución de energía eléctrica”. Esto quiere decir que una empresa eléctrica en manos del Estado Mexicano NO es un monopolio, los monopolios se dan en otras áreas y entre particulares.
Imagínense que el año 2000 la CFE generaba el 100% de la electricidad en México, hoy solo genera el 38%. A este ritmo, en el 2024 el Estado solo generará el 15% y los particulares el 85%.
Pero ¿cuál es el problema que empresas privadas intervengan en la generación de energía? Son varios, te explico:
- La energía eléctrica es un asunto de seguridad nacional. Si se apaga nuestro país cesan todas las operaciones: escuelas, comercios, aeropuertos, centrales de policía. ¿Se imaginan que Yucatán quedara a oscuras y se apagaran las 1,775 cámaras y los 219 arcos de seguridad de la policía? Sí, ya sé que esas se “apagan” frecuentemente pero sería peor. Por eso, el Estado Mexicano tiene que garantizar el suministro de energía en todo el país.
- Las empresas privadas solo producen energía, no la distribuyen ni la transmiten a pesar de que la ley se los permite. Se la venden a la CFE y nuestra empresa se encarga de llevarla hasta nuestras casas, con lo cual los particulares no se responsabilizan de garantizar el servicio eléctrico, tienen CERO compromiso.
- Los precios actuales de la energía eléctrica han ido en ascenso y continuarán subiendo en la medida que las empresas particulares tomen control de la producción, porque son empresas y su naturaleza es el lucro. Estas empresas disfrutan hoy de un esquema de venta a la CFE que los favorece con precios pre-pago, en dolares y a la tarifa más alta del mercado. Así ¿cómo va a bajar el costo de la energía eléctrica?
- También nos dicen que la CFE usa fuentes de energía sucia y los privados son super ecológicos, pero según datos de la SENER las empresas privadas producen el 80% de la energía de fuentes contaminantes y son ellos quienes producen el 60% de la energía proveniente del carbón.
Lo que la Reforma Eléctrica busca es mantener la rectoría de la energía eléctrica para garantizar el suministro mediante energías más limpias y renovables, y por supuesto, bajar los precios. Un ejemplo de ello es que la CFE está construyendo la Planta Solar más grande de América Latina en el Desierto de Sonora, será la octava más grande del mundo. Y también se está dando mantenimiento a 60 centrales hidroeléctricas del país ya que es la forma de generación de energía más limpia que existe.
La Reforma Eléctrica no prohíbe la participación de empresas privadas ya que dejará que el 46% de la energía la produzcan particulares y conservará el 56% para la CFE, lo cual permite garantizar el suministro eléctrico en todo el país. La Reforma nos conviene a todos si no queremos encontrarnos como España que entregó la industria eléctrica a la empresa privada Iberdrola, la cual incrementó su tarifa eléctrica un 570% el año pasado.
Les pedimos que pidan a sus Diputados y Senadores que aprueben la iniciativa de Reforma Eléctrica del Presidente Andrés Manuel López Obrador, es por el bien de México y por el bien de todos.