PARÁSITOS

La película surcoreana dirigida por Bong Joon-ho y cuyo argumento trata de una familia que se hace pasar por profesionales calificados, logrando engañar a sus empleadores ricos, quienes no logran entender un mundo distinto al de su modo de vida, bien podría ser (con ciertos cambios) la analogía perfecta para retratar a la oposición de este país y su modo de operar.

La nueva oposición mexicana, no ha logrado encontrar las estrategias que le hagan desempeñar con cierta eficiencia el balance de poderes, mediante la propuesta y el desarrollo de políticas que puedan ser de utilidad a la ciudadanía. En el 2018 no solamente perdieron sus privilegios auspiciados por el poder, sino, literalmente, la cabeza. Ningún ciudadano en ninguna parte del mundo en donde resida, se merece una oposición similar a la que tiene México.

Si bien los llamados representantes populares, sean éstos diputados o senadores, no habrán sido todos elegidos mediante el sufragio, sus sueldos SON PAGADOS CON UNA PARTE DEL DINERO DE LOS CONTRIBUYENTES (desde quien paga su recibo de luz, hasta los impuestos de su empresa). Es decir, nos deben cuentas claras y eficacia como servidores públicos y también como empleados. De esta manera, las decisiones que tome un país a través de la aprobación del congreso, no deben estar supeditadas al capricho político de una camarilla o de su agenda e intereses políticos, sino de acuerdo A LAS NECESIDADES DE LAS Y LOS CIUDADANOS.

Después del revés sufrido en las elecciones pasadas y luego de un pleito interno en la dirección de su Trinidad (PAN/PRI/PRD, son uno mismo) el día de ayer con gran cinismo y en flagrante agresión al derecho de la ciudadanía, los respectivos presidentes de los partidos mencionados y licuados, anunciaron mediante un documento al que llamaron “Moratoria Constitucional” un acuerdo por el cual se comprometen a “NO aprobar ninguna iniciativa de reforma que sea planteada por Morena o sus aliados, sea esta buena o mala” según dijera Alejandro Moreno, líder del PRI y quien ha sido exhibido públicamente mediante una serie de grabaciones por corrupto y evasor fiscal. Al no poseer ninguna estrategia que pueda detener la frecuente merma de gubernaturas y el apoyo popular, la oposición recurre a rabietas personales, para evitar la pérdida de sus registros, como si el congreso fuese una réplica barata de Big Brother.

Este modo no es primicia ni novedad, recordamos que estas acciones ya fueron utilizadas para intentar EL PERJUICIO DEL PUEBLO, pues han votado EN CONTRA DE LA PENSIÓN CONSTITUCIONAL PARA ADULTOS MAYORES Y PERSONAS CON CAPASIDADES DIFERENTES, también se han opuesto a las becas para jóvenes y recientemente a la Reforma Eléctrica; en afán de beneficiar a empresas extranjeras por sobre el interés de la nación. Los contribuyentes ni la ciudadanía en general deberíamos pagar por el jueguito estúpido y capricho de éstos vulgares delincuentes.

Similar a la cinta asiática, la oposición actúa como un grupo de parásitos, confiando en haber alienado lo suficiente a la ciudadanía, que por más de 40 años tuvo que vivir una realidad ajena a sus derechos.
Pero lo cierto es que el pueblo toma cada vez más conciencia de sus empleados o actores políticos, el grueso del electorado empieza a darse cuenta DEL GRAN PODER DEL VOTO; el mismo que ejercieron para sacar a un grupo de corruptos y el mismo al que seguramente recurrirá para procurar que no regresen, nunca más.