En su conferencia de prensa, el presidente Andrés Manuel López Obrador se pronunció enérgicamente en contra del plan migratorio del gobernador de Florida, Ron DeSantis, y llamó a los ciudadanos a no votar por él en las próximas elecciones. El mandatario mexicano destacó que no puede quedarse callado frente a las reformas antiinmigrantes que buscan culpar a los migrantes de los problemas en Estados Unidos, y enfatizó la importancia de reconocer el valioso aporte que realizan los migrantes al desarrollo del país.
López Obrador resaltó que los migrantes son fundamentales para llevar a cabo las obras necesarias y enriquecer a Estados Unidos, y subrayó la necesidad de proteger y respetar a estas personas en lugar de maltratarlos y expulsarlos. El presidente mexicano desmintió rotundamente la falsa afirmación difundida por algunos medios estadounidenses de que los migrantes son responsables del tráfico de drogas, enfatizando que se trata de una gran falsedad.
El presidente también hizo referencia a la nueva ley antiinmigrante, la Ley SB 1718, que entró en vigor en Florida y establece restricciones y penalidades para los indocumentados. López Obrador expresó su rechazo a esta legislación y advirtió sobre el potencial de discriminación racial que podría generar. La ley impone verificaciones de estatus migratorio a las empresas y criminaliza el viaje en automóvil con una persona indocumentada, entre otras medidas.
López Obrador enfatizó que no se puede permitir que estas reformas antiinmigrantes se implementen solo por fines políticos y electorales. Además, resaltó que Estados Unidos ha sido una gran nación gracias a la contribución de los migrantes y criticó la postura de DeSantis, quien aspira a la presidencia por el Partido Republicano y se posiciona a favor del muro y del maltrato a los migrantes.
El presidente mexicano prometió seguir defendiendo a los migrantes mexicanos que residen en Estados Unidos, que suman cerca de 38 millones de personas, y recordó la importancia de tratar a los forasteros con bondad, tal como lo recomienda la Biblia. Con esta postura, López Obrador abrió un nuevo frente en la relación bilateral entre México y Estados Unidos, ya que las elecciones presidenciales de ambos países coincidirán el próximo año por primera vez desde 2012.
Fuente: El Universal, Aristegui Noticias