El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, se entregó a las autoridades en la cárcel del condado de Fulton en Atlanta, Georgia, el jueves 24 de agosto por la noche. La entrega fue pacífica y Trump, junto con sus 18 coacusados, enfrenta acusaciones por intentar revertir su derrota en las elecciones de 2020 ante el actual presidente, Joe Biden. Se les imputa conspirar para alterar los resultados en el estado indeciso de Georgia.
Trump y sus coacusados, incluyendo aliados cercanos, han estado llegando gradualmente a la cárcel a lo largo de la semana para enfrentar cargos de extorsión y otros delitos. La fiscal de distrito del condado de Fulton, Fani Willis, les otorgó plazo hasta el mediodía del viernes para entregarse voluntariamente o enfrentar arresto. Las audiencias de cargos están programadas para comenzar el 5 de septiembre en Atlanta.
El exmandatario arribó a la prisión después de las 19:30 horas (hora local), siendo recibido por las cámaras. Aunque aún no se confirma si le tomarán una fotografía policial, su llegada marca un hito en su trayectoria política, ya que enfrenta diversos casos judiciales en varios estados, incluso mientras figura como un favorito para las elecciones presidenciales de 2024 por parte del Partido Republicano.
Trump, de 77 años, pagó una fianza de 200 mil dólares a través de un abogado local. Mientras se encontraba en la prisión, su imagen característica de camisa blanca y corbata roja capturó la atención de partidarios y curiosos. Entre sus seguidores presentes se encontraba la representante Marjorie Taylor Greene.
A pesar de enfrentar múltiples cargos graves, Trump ha mantenido su estatus como figura influyente en el Partido Republicano y ha sido considerado como un contendiente en las elecciones presidenciales de 2024. La entrega y posterior procesamiento en la cárcel de Fulton marcan un momento significativo en su carrera política y su lugar en la historia estadounidense.